La gestión empresarial es algo que se complica cada día un poco más porque cada día damos con factores que alteran esta gestión. El Balanced Scorecard, o Cuadro de Mando Integral, es una respuesta para facilitar la gestión de todos estos factores.
Gestión de proyectos, gestión de finanzas, gestión ágil de equipos, Business Intelligence…podemos seguir sumando cosas que afectan a la gestión empresarial en dosis diaria. Y cada día descubrimos un nuevo factor al que hacerle seguimiento para conseguir mejores resultados.
La complejidad de toda la gestión y las variables que juegan un papel en ella hace que tengamos que utilizar herramientas cada vez más capaces e integrales para el alcance de los objetivos. Y hoy en día podemos asegurar que uno de los más útiles – si bien no el único- es el Cuadro de mando integral,CMI, también llamado Balance Scorecard, BSC.
El Balance Scorecard tiene la flexibilidad para ser implementado tanto en Pymes, como en empresas de envergadura internacional. Lo importante es la apertura y la disposición a aplicarlo.
“El BSC es una herramienta revolucionaria para movilizar a la gente hacia el pleno cumplimiento de la misión a través de canalizar las energías, habilidades y conocimientos específicos de la gente en la organización hacia el logro de metas estratégicas de largo plazo. Permite tanto guiar el desempeño actual como apuntar al desempeño futuro. (…)cambia la manera en que se mide y maneja un negocio”.
The Balanced ScoreCard: Translating Strategy into Action, Harvard Business School Press, Boston, 1996
Las cuatro patas
Como explica la definición del libro de Harvard, el Cuadro de Mando Integral, desarrolla y estudia cuatro perspectivas centrales para lograr el objetivo:
- La perspectiva financiera: la misma incorpora la visión de los accionistas y mide la creación de valor de la empresa. Responde a la pregunta: ¿Qué indicadores tienen que ir bien para que los esfuerzos de la empresa realmente se transformen en valor? Esta perspectiva valora un objetivo que crece en estos tiempos y crea valor para la sociedad.
- La perspectiva del cliente: refleja el posicionamiento de la empresa en el mercado o, más concretamente, en los segmentos de mercado donde quiere competir. Dos indicadores que reflejan este posicionamiento son la cuota de mercado y un índice que compare los precios de la empresa con los de la competencia.
- La perspectiva interna: recoge indicadores de procesos internos que son críticos para el posicionamiento en el mercado y para llevar la estrategia a buen puerto. Son importantes los indicadores de productividad, calidad e innovación de procesos.
- La perspectiva de aprendizaje y crecimiento: tiene en cuenta que los recursos materiales y las personas son la clave del éxito. La capacitación de la gente de la empresa pasa a tener un rol central.
Beneficios de la aplicación de un Cuadro de Mando Integral o Balanced Scorecard
✓ Ofrece una amplia visión para un seguimiento detallado de la marcha del negocio.
✓ Contempla la evolución de la compañía desde una perspectiva amplia, permite planificar estrategias a medio y largo plazo, además de generar la información necesaria para tomar también decisiones rápidas y evitar así situaciones indeseadas.
✓ Ayuda a alinear al equipo con la estrategia y visión empresarial.
✓ Mejora la comunicación y entendimiento de los objetivos buscados.
✓ Redefine estrategias en base a resultados.
✓ Traduce la visión en acción.
✓ Favorece en el presente la creación de valor futuro.
✓ Integra las diversas áreas de negocio.
✓ Mejora los indicadores financieros.
✓ Facilita el consenso en la empresa.
✓ Clarifica cómo las acciones del día a día afectan no sólo al corto plazo, sino también al largo plazo.
✓ Detecta de forma automática desviaciones en el plan estratégico u operativo, e incluso indaga en los datos operativos de la compañía hasta descubrir la causa original que dio lugar a esas desviaciones.
¿Qué aspecto te resulta más interesante del cuadro de mando integral?
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